Un estudio reciente, publicado en el Journal of Social and Personal Relationships, analiza cómo la adhesión a la teoría conspirativa de QAnon puede alterar profundamente las relaciones familiares. Esta investigación ofrece una de las imágenes más detalladas hasta el momento sobre los efectos interpersonales que pueden tener estas creencias y se sitúa como un importante avance en la comprensión de su impacto social.
QAnon es un movimiento conspirativo surgido en 2017, basado en la idea de que un supuesto informante del gobierno —conocido como “Q”— estaría revelando secretos sobre una supuesta red global y satánica dedicada al abuso infantil. Sus seguidores creen que Donald Trump lidera una lucha encubierta contra esta red. Aunque inicialmente marginal, la teoría se propagó con rapidez: para 2022, dos tercios de los estadounidenses habían oído hablar de QAnon, y uno de cada cinco conocía personalmente a alguien que la apoyaba. Su mezcla de extremismo político, narrativas apocalípticas y fuerte presencia en comunidades digitales ha contribuido a su carácter polarizante.
Aunque la investigación sobre teorías de la conspiración ha sido extensa, pocas veces se ha examinado cómo estas creencias afectan a las relaciones cercanas, como las familiares. Este vacío es el que busca llenar el estudio liderado por Justin B. Phillips, de la Universidad de Waikato (Nueva Zelanda). Para ello, aplicó técnicas de inteligencia artificial y aprendizaje automático al análisis de conversaciones reales en línea, enfocándose en personas afectadas por el fenómeno QAnon. En concreto, Phillips analizó todas las publicaciones y comentarios del foro público de Reddit r/QAnonCasualties que contenían la palabra “familia”. Este subreddit actúa como un espacio de apoyo para quienes sienten que han perdido o deteriorado la relación con un ser querido a causa de QAnon. El conjunto de datos incluía más de 75.000 frases únicas, procedentes de más de 6.000 publicaciones y más de 53.000 comentarios, recopilados entre 2019 y 2023.
Para procesar esta gran cantidad de información, se utilizó BERTopic, una técnica avanzada de modelado temático que permite agrupar contenidos similares en grandes volúmenes de texto. Gracias a este método, se identificaron 58 temas de conversación distintos relacionados con las dinámicas familiares afectadas por QAnon. Estos temas se organizaron en cuatro grandes bloques: (1) identificación de familiares creyentes: los usuarios se refieren a los familiares implicados por su rol (madre, padre, pareja, hermana…), lo que demuestra la amplitud del fenómeno dentro de los núcleos familiares; (2) carga emocional: muchas publicaciones reflejan sufrimiento psicológico, expresando emociones intensas como dolor, tristeza, miedo, ansiedad o desesperación; (3) consecuencias concretas: se describen rupturas familiares, radicalización, racismo, toxicidad y comportamientos sectarios, así como la sensación de “perder” al ser querido dentro del movimiento; y (4) estrategias de afrontamiento: se comparten intentos de diálogo, reconciliación o, en su defecto, la decisión de romper vínculos. Estas respuestas reflejan mecanismos típicos en la gestión de conflictos interpersonales.
Además de estos grandes temas, el estudio detectó discusiones muy activas sobre cómo gestionar situaciones delicadas como la pandemia (vacunas, mascarillas), reuniones familiares tensas (como las navidades), el uso de redes sociales por parte de los familiares implicados y la dimensión religiosa de algunos creyentes en QAnon. Las creencias de QAnon son percibidas por los usuarios de r/QAnonCasualties como una fuerza «maligna» que radicaliza ideológicamente a sus familiares, provocando shock, aumento de la distancia física y emocional, y lo que se ha llamado «Qonflict», caracterizado por una extrema defensividad y falta de respeto. Los usuarios buscan comprender y abordar el trauma familiar causado por estas creencias.
Los hallazgos amplían lo ya observado en investigaciones anteriores, destacando la riqueza y variedad de las experiencias narradas en el foro. Algunas frases especialmente significativas retratan con crudeza el impacto emocional: “QAnon está secuestrando a nuestros seres queridos y los reemplaza con una cáscara hueca”, o “Perdí a toda mi familia. Les di a elegir: o yo o esta secta”. Otras denuncian un cambio en las actitudes de los familiares, como: “Antes no eran racistas, pero ahora sí”, o describen decisiones extremas: “Corté todo contacto con mi familia… fue una decisión dolorosa, pero necesaria”.
Desde la perspectiva de los usuarios que comparten sus experiencias en r/QAnonCasualties, la adopción de las creencias de QAnon por parte de un miembro de la familia a menudo se describe explícitamente como si esa persona se uniera a una «secta». Esta caracterización es una de las descripciones más prominentes y recurrentes que utilizan los afectados para conceptualizar lo que le ha sucedido a su familiar o a la dinámica familiar. Esta recurrencia del término «secta» por parte de los afectados no es meramente una metáfora casual; parece reflejar experiencias específicas que perciben como características de un grupo sectario. Estas características, según los relatos de los usuarios y la categorización del estudio, son las siguientes: una radicalización ideológica, el grupo se convierte en la prioridad principal del creyente (por encima de la familia), la percepción de que el familiar ha sido «secuestrado» y el hecho de que se genere una división fundamental dentro de la familia. La literatura académica previa a este estudio apoya indirectamente esta percepción; por ejemplo, se sabe que las teorías de conspiración pueden llevar a comportamientos no normativos y potencialmente dañar, distanciar, alienar o erosionar las relaciones interpersonales. La investigación previa sobre QAnon también ha identificado efectos como la introducción de toxicidad, la redefinición de QAnon como la «verdadera» familia o comunidad, la presión agresiva para convertir a otros, y la manifestación de prejuicios y fanatismos (como racismo, antisemitismo u hostilidad hacia la comunidad LGBTQ+) que terminan por marginar a ciertos miembros de la familia.
El estudio también destaca que, pese al dolor, muchas personas buscan activamente soluciones. Las soluciones buscadas varían desde intentos de mantener la relación a través de la comunicación y la evitación del conflicto, pasando por la búsqueda de ayuda profesional y legal, hasta la decisión dolorosa de distanciarse o cortar los lazos por completo cuando la relación se considera dañada sin posibilidad de reparación. Estas estrategias reflejan los esfuerzos de los afectados por lidiar y responder al trauma familiar causado por las creencias de QAnon.
Aunque el análisis presenta algunas limitaciones —como el sesgo hacia quienes se consideran víctimas del fenómeno, o la falta de datos demográficos—, el autor defiende su utilidad como base para futuras investigaciones. A nivel teórico, ayuda a comprender mejor cómo se gestionan los conflictos ideológicos en contextos íntimos. A nivel práctico, puede ser una herramienta valiosa para profesionales como terapeutas familiares o mediadores.
La conclusión principal es que, aunque QAnon tiene características específicas, el patrón de tensión y ruptura interpersonal asociado a las creencias conspirativas es más amplio y persistente. Comprender y abordar estos efectos será clave en el futuro, tanto desde la psicología como desde la intervención social.